¿Cuál es la mejor música para recrear un ambiente de meditación?
Los sonidos al oído nos ayudan a hacer las tareas de rutina más llevaderas, a concentrarnos y volvernos más productivos. Cuando se trata de relajarnos, quienes más lo aprovechan en clases espirituales y momentos de conexión personal, cuentan que, específicamente, la música para meditar genera en el cerebro y los sentidos un efecto poderoso e instantáneo de armonía, sanación y positivismo, a la vez que alienta y facilita alcanzarlo gracias al control que toma sobre el sistema nervioso.
Cuando damos el paso de experimentar la meditación en silencio, es común notar que la mente deambula, que no es fácil conservar la serenidad, el estado de “aquí y ahora” y lograr un espacio lo más parecido posible a una sala de práctica. En estos casos, la música suave y con sentido orgánico es la gran compañera para ganar calma y encontrarnos con nosotros mismos. Es al introducir sonidos armónicos y profundos que ayudamos al cerebro a entrar en un espacio de consciencia superior liberando energías acumuladas.
La música como elemento a la conexión para meditar
Según afirman los especialistas en este arte y la percepción misma, la música es valiosa para influir sobre las emociones más arraigadas y en cómo nos sintamos. Con seguridad más de una vez lo notás, puede alegrarte, hacerte bailar, ponerte nostálgico o hacerte dormir con solo escucharla segundos. Algo que sucede porque el cerebro tiene el poder de liberar una sustancia que se denomina dopamina de gran valor positivo para el estado anímico. Así, estos sonidos recuerdan emociones intensas que pueden ir de la felicidad a la tristeza y miedo.
Esa es la razón que explica por qué es tan maravillosa también para meditar. Y cuando nos referimos a esta técnica, tenemos que ser capaces de hallar aquellos sonidos que mejor y más nos acerquen a la práctica de la relajación, que, unidos a la aromaterapia influyen amorosamente en alcanzarlo.
Casi todos tenemos armada una pequeña lista de aquella música que más aliviadora nos resulta para calmar la mente, preocupaciones y emociones del estrés diario. Aun así, más allá de que cada uno encuentre relajación en sus propios gustos, cierto es que hay algunos sonidos que se ha demostrado son para el oído y la mente más beneficiosos que otros. A continuación vemos cuales son y cómo con ellos es posible atraer fases meditativas.
La mejor música para estar receptivos al meditar
Gustos hay muchos, pero cierto es que, como vemos, hay sonidos más efectivos al momento de pensar en olvidar preocupaciones y soltar el estrés del día buscando bienestar. Para los hindúes y la neurociencia, hay ciertas notas de música elementales que se originan en la naturaleza y que al usarlas en la práctica, encienden cada chakra.
En un tiempo de estrés permanente, renace el interés por estos sonidos y estilos. Solo es necesario dar con un sitio agradable, calmo y utilizar prendas cómodas para empezar a usar alguna de ellas en beneficio integral.
Sonidos ambientales
La música con sonidos que recuerdan a naturaleza, como olas, brisa de aire, sonido de animales, viento, gotas de lluvia o cataratas son de las más elegidas. Ruidos de quietud que no interrumpen la meditación y que invitan a comunicarse con la tierra misma y así conectar con su sabiduría más pura que se une al todo. La manera en que lo realiza es pronunciando frecuencias a las que respondemos al instante desde nuestro inconsciente reequilibrando nuestro estado del ser.
Cuencos
Los sonidos sagrados de cuencos tibetanos o ruidos de campanas que se pueden oír en línea o bajar en aplicaciones y en musicoterapia, son una terapia de sonido tenue y concreta que traspasa las ondas vibratorias y coopera en aliviar el mal humor, el insomnio y el cansancio acumulado calmando la mente, devolviendo claridad y reduciendo la ansiedad e hiperactividad que se manifiesta.
Se cree que su origen proviene de al menos 3 mil años atrás, de la unión de las culturas budista y chamánica. Y su técnica consiste en dar pequeños golpecitos a las vasijas de metal imitando sonidos originales específicos que devuelven a las emociones y el cuerpo armonía y paz, ya que mediante estas vibraciones de resonancia se consigue descender el ritmo de latidos, la presión arterial y relajar músculos.
Música new age, celta, clásica, jazz y gregoriana
A lo largo de la historia, son varios los maestros espirituales que han aprendido y enseñado meditación y yoga aprovechando las ventajas únicas de estos géneros de frecuencia del Solfeggio que propician la creatividad, la relajación, la cura y el buen humor. Y decenas de investigadores han probados sus efectos sobre el organismo. Un reciente estudio del CONICET en el país muestra que los sonidos new age producen cambios contrastados en el sistema nervioso autónomo de quienes los oyen, muy parecidos a los que perciben aquellos que meditan.
Ondas binaurales
Se trata de uno de los sonidos musicales para meditación más aconsejados y usados que se basa en los pulsos o latidos binaurales profundos capaces de incitar al cerebro una frecuencia de vibración de 4 a 8 Hz, justo las que el cerebro necesita para alcanzar fases meditativas, y como complemento disminuir los estados de nerviosismo y ansiedad. Son estas ondas más efectivas que los métodos clásicos para acercarnos a la calma mental. A la vez que estimulan la creatividad natural, la concentración y el aprendizaje.
Llegando al final de la entrega, y con mucho más para seguir descubriendo en nuestro rinconcito de bienestar, la música relajante en la meditación es un tesoro terapéutico infinito para influir a una mejor calidad de vida tomando un descanso y solo por eso, ya merece ser conocida. Una práctica aliviadora que aconsejamos tomar junto a nuestros elixires para alcanzar una conexión interior profunda que alivie, devuelva serenidad y fuerza amorosa.
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