¿Cuáles son los mejores perfumes para hombres?
Pocas cosas hacen sentir tan bien como llevar un aroma aliado que huela a esencia.
Una fragancia delicada que hable de él, que lo represente, que lo describa, que deje huella en quien lo respira, mucho más allá del elogio. Que relacione momentos y experiencias inolvidables.
Un hombre puede ser dulce, sensual, varonil y aventurero, por igual o por separado. Puede tener momentos de instintos salvajes y puede volverse sereno como un mar en calma, con el mismo ímpetu. Por eso, las notas olfativas de un perfume deben poder llegar a seguirle el rastro a su naturaleza. Entenderlo, enfatizarlo, hablar un mismo idioma, motivarlo.
Dice la leyenda que su origen se haya en tierras egipcias. Fueron sus pobladores antiguos los primeros en exprimir aromas naturales por medio de la quema de maderas, hierbas y flores, y usarlo para honrar a los dioses, enaltecer a la realeza y cautivar. Luego los romanos, que veían en las rosas, la menta o el tomillo verdaderos aliados con los que aromatizaban todo, hasta sus caballos. Con los años, el primer perfume oficial lo creó el químico italiano Juan María Farina, y le puso de nombre Agua de la Reina. Fue allá por el siglo XIII y aún hoy se sigue usando en el mundo. ¡Vaya influencia!
Los perfumes tienen ese poder en un solo gesto, luego de una renovadora ducha o una salida planeada, y los emocionales más. Son ese complemento, la última vestimenta que nos ponemos al irnos de casa, y por eso debe ser llevada a conciencia, ni tanto ni tan poco.
Solo se trata de sentir qué aromas lo caracterizan más dentro de tres rangos bien específicos: florales, cítricos y orientales; unas rosas frescas, el pasto recién cortado, la suave brisa del aire fresco, la dulzura de la vainilla o la sugerencia de la canela...
Un cerebro no olvida un olor. Aquel elixir que mientras cuida y aromatiza, se vuelve una fragancia holística de cuerpo y mente. Ese que desata cadenas, que traspasa límites, que lo vuelve único y lo descubre.
Es tiempo de darle a los perfumes masculinos que intensifican el bienestar el mérito que se han ganado, sin perder su lado seductor, aquel que lo vió nacer.
¿Cuál es el mejor perfume para hombre?
La tendencia camina hacia lo natural, una nueva generación de hombres que además de oler delicioso y sentirse atractivos, buscan bienestar, espontaneidad y equilibrio ante los tropiezos. Un perfume dejó de ser hace mucho un elemental cosmético que eleva en seducción para volverse un aliado que nutre y estimula la confianza propia, sugiere, alivia y alegra. Todo eso puede hacer una fragancia, llevar a sentimientos de seguridad haciendo que el día a día se vuelva fluir.
Cuando se expanden sus gotitas, cooperan a soltar su infinito potencial. Casi como describiéndolo, el perfume deja una estampa exclusiva en los sentidos, la memoria y las emociones. Así como trayendo al aquí y ahora ese primer beso, aquella comida preferida o un sitio específico en el que fuimos felices hace bastante tiempo.
Al elegirlo, debe poder considerar los gustos y el carácter de quien lo llevará. Un perfume ideal es aquel que hace sentirlo él mismo. Sí, justo como un talismán que no lo deja desviarse.
En esos días que se sienta enérgico, un hombre actual, urbano y auténtico preferirá siempre una fragancia fresca y de notas cítricas, dulces y naturales, porque hallará encanto en todo lo que lo rodea, en la tierra y en el verde. Sentirá como ninguno la sensación de vitalidad y presencia plena, y cuando necesite armonía y tolerar mejor la fatiga en la que se mueve, se adaptará a los cambios y se estabilizará con él.
En cambio, un hombre clásico, discreto y simple pero distinguido, elegirá una fragancia olfativa cítrica aromática, algo avainillada y levemente frutal o marina, esas que dejan una estela de suave a moderada y perduran sin empalagar. Oficina, salidas informales y encuentros nocturnos que se disfrutan y viven a su manera.
Cuando necesite armonizarse emocionalmente, optará por aromas que enseguida lo lleven a elevar endorfinas y recuperar ese bienestar perdido. En general, las fragancias amaderadas mueven a la comodidad de aquellos que los usan, trayendo una mejora marcada en el estar anímico.
Las hierbas y el limón hablarán de momentos espontáneos, movidos y de gran libertad. Las flores evocarán a sueños y amores que vienen y van, y la vainilla y flores exóticas a sensualidad y misticismo.
Una aplicación justo allí donde la temperatura corporal es más fuerte, irá ideal para evaporar la fragancia sin prisa de esta concentración que perdura por horas: las muñecas, detrás de las orejas, en el cuello.
¿Cuáles son las mejores fragancias para hombre?
Los que saben, y más han estudiado los comportamientos de las personas con los olores, aseguran que el perfume que se usa simboliza y estimula la personalidad, y ella, de igual manera se beneficiará instintivamente de las vivencias que se den cuando sea aplicado.
Y eso sucede porque algunos olores logran modificar el nivel de conciencia motivando estados de buenas emociones, concentración o relajación, el caso del pino, musgo y el sándalo, del que hablamos exclusivamente en otro post. Los nervios disminuyen oliendo valeriana o tilo, y la calma prevalece gracias a la lavanda, mientras la energía empodera todo a su paso con la vibrante naranja. El aroma dulce a jazmín y rosas modera la frecuencia cardíaca mientras mantiene la alerta. A la vez que el café recuerda a hogar.
En esa grandeza, los aromas comportan y estimulan a quienes los llevan puestos. A lo largo de miles de años, las fragancias han sido usadas con diferentes énfasis, pero es en nuestro tiempo cuando más vienen a ser un valor, porque, aunque no sea una primera necesidad, su uso solo sabe crecer. Y se lo debe todo al efecto positivo que produce en el cerebro, al recuerdo, a la transmisión de la propia personalidad que impregna a su paso como una sutil copa de vino, y a la atracción.
Los perfumes expresan estados de ánimo, pero también pueden alterarlos sumando seguridad, frescura y felicidad. Mirá las opciones que tenemos en perfumes para hombre.
La piel y los sentidos agradecidos.