Eucalipto: Propiedades

Minimalista, medicinal, bondadoso por naturaleza y bello de palpar e inhalar.

“Con dificultades descifro las hojas de los eucaliptos”, escribía el enorme Pablo Neruda en uno de sus 21 poemas inéditos. Y estaba en lo cierto.

Es un árbol tan magnífico y poderoso como a decodificar. Nace de un tallo recto, perenne y de rápido crecimiento que puede trepar hasta los 15 metros. Se saca de la especie Eucalyptus Rdiata, es de la familia de las mirtáceas y se usa con fines medicinales que alivian el sistema respiratorio. Sus hojas de buenas extensiones y fragancia mentolada crecen y viven en las regiones más templadas. Su tronco liso, grisáceo y de corteza sutil, se desprende con la liviandad con la que una hoja verde vuela, y sus flores al llegar a su punto, se abren al sol dejando ver su forma más pura y espléndida.

La gloria se la debemos al pueblo originario de Australia y Nueva Guinea, fueron sus primeros pobladores, allá por comienzos de 1860 que lo descubrieron y sintieron un verdadero bálsamo a atesorar para curar la malaria, los estados febriles y las infecciones de aquel entonces. Luego, con los años se introdujo en España, más precisamente en Galicia, gracias a Fray Rosendo Salvado que lo consideró sublime para tratar casos de catarros, picaduras y gripes.

La medicina alternativa hoy lo celebra a la par de los medicamentos de farmacia. Naturistas de diferentes partes del mundo, como la milenaria China o India ven en él un rejuvenecedor del espíritu y estimulador de la inmunidad natural a valorar y recomendar, y lo siguen sumando a través de los años para aliviar padecimientos arraigados y típicos, también estacionales. Es su componente químico eucaliptol y alfa-terpineol, lo que lo hace un calmante ideal de dolores de garganta y refrescante, y diversos estudios dan fe del poder de esta hierba aromática ante problemas respiratorios solo 20 minutos después de aplicada.

Beneficios del Eucalipto

Y amamos que sea así. El eucalipto posee propiedades purificantes, refrescantes y antibacterianas, incluida la de promover la relajación luego de un día estresante o disminuir los dolores de cabeza. Es quien hace más fácil la tarea de respirar limpio cuando nos sentimos congestionados y la nariz gotea.

En la aromaterapia las hojas frescas del eucalipto se usan como remedio natural para hacer aceite esencial que combate afecciones, también para inhalación, y las secas para tomarlo en tizanas y agregarlo a productos que alivian gripes, sinusitis y resfríos.

También se utiliza como desinfectante y antiséptico en el tratamiento de molestias virales, problemas respiratorios como el asma y la bronquitis, y para tratar infecciones de la piel. Su acción expectorante es muy amplia, lo que lo vuelve ideal para descongestionar.

Aspirar su aroma es de los usos más indicados. Se consigue una pausa que mientras relaja sana. Consiste en colocar algunas hojas partidas en un bol con agua muy caliente, procediendo a inhalar el vapor de ese baño, también puede hacerse con 10 gotas de aceite puro. Si se le agrega romero o menta, el resultado es increíble.

Tomado en infusión, impide los estados de mucosidad. Seguro alguna vez probaste miel hecha a partir de este árbol, es otro de sus sorprendentes usos.

Aceite esencial de eucalipto

El aceite esencial de eucalipto es una maravilla de la naturaleza que se produce por destilación de las hojas y brotes. Su esencia se caracteriza por un olor fresco, suave, amaderado y balsámico y es todo lo que necesitamos para sentirnos bien.

Aplicado como aceite: reaviva las emociones positivas, la relajación para el sueño, y cura inflamaciones y reumas. El aceite de eucalipto es tan aromático como reparador. Sus hojas se destilan al vapor más puro para hacer su óleo, uno sin tono, de vibrante aroma, dulce, liviano y amaderado.

O lo disfrutaste inhalado en el ambiente, donde brinda sensaciones refrescantes y puras. Promueve la atención y la concentración. Además de activarte, por eso seguro sentiste que te devolvía vitalidad en solo un suspiro.

Combinado con otros esenciales como el Tomillo, el Romero, la Lavanda o Cedro, resulta más favorecedor.

De 2 a 5 gotas diluidas en un paño de tela o papel, alivian congestiones de nariz y son la esencia del buen respirar porque ayuda a eliminar microorganismo y toxinas que llevan a sentirse mal.

Deshincha: posee una virtuosa capacidad para aliviar dolores intensos y reducir inflamaciones. En la piel, el eucalipto promueve la disminución del dolor y la hinchazón.

Masaje: en la zona del pecho, 2 gotas de aceite esencial de eucalipto con suaves movimientos antes de descansar permiten calmar resfríos y respirar mejor.

En el shampoo: ante episodios recurrentes de caspa o dermatitis seborreica, 3 gotas en el lavado habitual antes del enjuague, benefician un cabello más saludable y brilloso.

En la ducha o spa: su aceite aporta frescura y ayuda a vigorizar el cuerpo ante un baño plácido que prepare al descanso reparador, además, relaja los músculos cansados o adormecidos, también aplicado en alguna crema.

Repelente: un pesticida natural que colabora activamente en la eliminación de insectos, como los piojos en los chicos.

Como perfume: deja una fragancia exquisita y limpia los espacios de bacterias, por eso es el preferido en difusores para dispersar por los ambientes del hogar.

Potente aliviador de cefaleas: unos 15 ml de este óleo sumado a 2 gotas de aceite de lavanda y oliva, en masajes alrededor de la sien, mejora de inmediato las molestias asociadas al dolor de cabeza y la tensión facial. Y sucede porque logra aliviar la presión sinusal que provoca tensión y dolor fuerte, más ante episodios de agotamiento.

Para meditar o hacer yoga: ambas distienden nervios y tensiones y se potencian con el aceite esencial de eucalipto distribuido en los chackras. Despeja la mente y anima el cuerpo llevándolo a un momento de apacible bienestar.

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