¿Pensando en iniciarte en el yoga? Lo que debés conocer como principiante
¿Es difícil la práctica? ¿Puede hacerlo cualquiera? ¿Aprenderé las posturas? ¿Qué son los asanas?
Cada 21 de junio es el día internacional del yoga. Una actividad promovida por la OMS que en todas partes del mundo suma cada vez más alumnos y maestros gracias a sus incontables efectos positivos en la salud física y emocional que se reflejan en la calma del dolor, en la mejor concentración, la relajación y la baja del estrés, así como una mayor flexibilidad y figura.
Pero, para quienes se quedaron con ganas de haberse animado y se preguntan: yoga, ¿cómo hacer?, puede parecer a primera vista una práctica reservada solo para algunos. Lo cierto es que lejos de serlo, el yoga es ideal para personas de todas las edades y tamaños, y un gran momento para iniciarte en la práctica puede ser hoy mismo. El único requisito necesario para comenzar a ver resultados a tu favor es decidirlo.
Un breve paso por su crónica
El origen del yoga clásico remonta a más de mil años de antigüedad, a los primeros pueblos de la civilización India del Valle del Indo y desde sus inicios tuvo como punto de partida el bienestar de las personas mediante técnicas de estiramiento, concentración y respiración. Contiene tipos de prácticas posibles en clase como asana, yamas, niyamas, pranayama, hatha, pratyahara, dhara, dhyana y samadhi. Sumando algunas otras más contemporáneas y descontracturadas un poco menos espirituales como el Acro Yoga, Power, Ashtanga o el Hot.
Una vez dado el paso fundamental, y antes de abordarlo por primera vez, te decimos todo eso que debés saber para evacuar tus dudas sobre el yoga, de manera simple.
- No hace falta estar en forma ni exigirte
Desterramos la idea de que para hacer esta rutina es necesario contar con un determinado peso o nivel de entrenamiento o elasticidad. Precisamente, esa condición se gana con el trabajo y con los meses. Es solo una creencia que muchas veces se mentaliza debido a las imágenes que solemos ver de ciertas posturas complejas que no son inalcanzables solo que estas personas ya están avanzadas. Escuchar al propio cuerpo es clave. Y también utilizar de guía de tu instructor/a ante cada nueva postura que quieras aprender.
- Elegí tu yoga ideal
Como vimos, no hay un solo tipo de yoga pudiendo ir desde lo más convencional y con eje en lo mental a lo moderno y más movilizante. Por eso, tu favorita dependerá de cuánto quieras moverte, qué estilo te sienta más cómodo y cuántos beneficios te sumen en relación con lo que desees lograr. Unas más otras menos pero sí o sí cooperará con que ganes fuerza, respires mejor y ganes plasticidad.
- Así se desarrolla una clase
Sea cual sea la elección, en el centro de yoga hay 3 puntos comunes que se toman en consideración para impartirla. Se comienza así por la respiración buscando la conexión, para luego seguir por prácticas más intensas relacionadas con el estilo, para terminar apelando a la meditación y relajación integral.
- La importancia de la respiración
Más allá de cualquier elección, la forma en que tomamos la respiración es central en el yoga. Esta se encarga de regular los pensamientos, las emociones y contribuye a concentrarnos en la práctica y fuera de ella. Por eso, aprender a hacerla es clave para el día a día. Un paso al que no se llega rápido pero que tomando el hábito de ejercitarlo permite corregir buena parte de los problemas de ansiedad y estrés que solemos vivir.
La mejor manera de hacerla es inflando el abdomen hacia el exterior al inhalar y volviéndolo a su posición al exhalar.
- Vestimenta más confortable
Si bien no hay un solo tipo de ropa permitida en las actividades físicas, sabemos que si nos vestimos con jogging, calzas, musculosas y remeras sueltas estaremos mucho más cómodos que de jean o vestir. Por eso, se recomienda en yoga usar prendas que no se sientan ajustadas, que permitan la ventilación natural de la transpiración que pueda aparecer, y que simplifiquen los movimientos para poder enfocar la práctica sin molestias y así disfrutar más. Es preferible no usar zapatillas sino solo medias para conectar más con la tierra.
- Buscá un espacio confortable
Es recomendable buscar un espacio cómodo y donde te sientas a gusto ara hacer los movimientos de Yoga. Este espacio puede ser mejorado con productos aromatizadores que brinda sensaciones de bienestar.
- Utilizá tu mat de confianza
Cuando asistimos a una primera clase, es común que nos puedan ofrecer una esterilla, mat o colchoneta fina para el ejercicio, sin embargo, ir con el propio nos hará no solo habituarnos más sino que será también más profiláctico. Optá por aquellos que no cedan al movimiento y sean de goma.
- No te llenes de comida antes
Es preferible que el banquete te lo sirvas luego porque el estómago a tope dificulta alcanzar la respiración y posturas buscadas debido a la pesadez. En este sentido, no ingieras gran cantidad de alimentos hasta 3 horas previas. Verás la diferencia de entrada.
- No prendas con celular
Dejando claro a tus cercanos dónde vas a estar, el yoga se trata de acercarte a tu propio interior sin distracciones, algo de lo que solemos alejarnos durante gran aprte del día debido a la rutina. Por eso, al practicarla, alejá el teléfono y mejor todavía, desconéctalo para que ningún like, llamada o mensaje perturbe tu clase.
- Evitá equipararte a otros
De nuevo, no se trata de mirarte con los ojos de otros. El alrededor no cuenta en esta actividad en la que las comparaciones están demás. Partiendo de que cada uno de nosotros sabemos de antemano cuales son nuestras fortalezas y debilidades, trabajá en mejorar a conciencia en vez de hacer pie en tus limitaciones.
- Visita a tu médico de cabecera
Siempre que vayas a empezar a ejercitar debés hacerlo, también cuando se trata de yoga. Y más todavía si tuviste o estás cursando algún desgarro, rotura o golpe. Él es quien mejor te puede asesorar acerca de qué posturas podés tomar y cuáles no. Igualmente, tu instructor/a es clave para aconsejarte.
Con todos estos puntos en consideración, ahora sí estás preparado/a para comenzar tu práctica en el mundo del yoga. Solo es cuestión de abrir corazón y mente, querer disfrutarlo desde un inicio y asistir a tu primera clase, el resto viene solo y significa descubrir un maravilloso terreno para la expresión natural y el balance mental, físico y espiritual, como nunca.
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