¿Qué son los aceites esenciales?

Las plantas usadas en la aromaterapia viven gracias a sus sustancias orgánicas poderosas de acciones curativas, y en esa simbiosis coexistimos beneficiándonos en una unión muy íntima y vital.

Dame una enfermedad y te daré una planta. Así lo creyó el padre de la medicina homeopática a base de esencias florales, Edward Bach, que descubrió su complejas y vibrantes propiedades terapéuticas allá entre 1926 y 1934, que siguen hasta nuestros días siendo usadas en perfumes, aceites, cremas y difusores. Cada vez elegimos más volver a lo natural, buscamos armonizarnos y sentirnos más plenas, y en esa afirmación radica gran parte de su uso y amorosidad milenaria

Durante suficiente tiempo hemos tratado de entender los dolores o desequilibrios del alma y el cuerpo de forma vana, y es justo eso lo que los vuelve perpetuos. Esa es la gran enseñanza de los remedios y aceites florales. Sentir que es posible liberarnos de lo que no nos hace bien y permanece enraizado, de modo más saludable, presente y definitivo. Conectadas, no huyendo de nosotras mismas, sanando desde el interior a través del aroma que despierta las propias energías de curación donde no interviene la región consciente que todo lo examina y enreda.

Mejorar el bienestar mental y emocional a través de aromas y aplicaciones vegetales de plantas, cortezas, hierbas y flores es la infinita misión de esta terapia complementaria antigua que viene a hablarnos de alivio, defensas y bienestar.

Y qué mejores tiempos que estos, los complicados, para descubrirnos desde lo simple, aprender a transitar lo difícil con más sabiduría natural, energía, y sentirnos renovadas y con una visión más consciente a cada paso para encarar lo que nos sucede de una manera distinta.

Te proponemos volver a la calma y sumarlos a tu rutina de meditación, por eso, cuando necesites saber dónde comprar aceites esenciales, estaremos encantadas de guiarte a nuestra tienda en línea donde encontrarás amorosos elíxires de bienestar, uno distinto para cada emoción y necesidad que tengas.

Qué son los aceites esenciales y para qué sirven

Son ni más ni menos que las propiedades más únicas de una planta, un obsequio de la madre tierra, que pasa a ser destilada y elaborada para que podamos sumergirnos en su abrazo. Es justo en el interior de ellas, en sus raíces, semillas, cortezas y flores donde se hallan sus compuestos químicos abundantes y reparadores en estado natural. Los aceites puros aromatizan la planta, la cuidan de agentes ambientales dañinos y colaboran con su polinización.

Las propiedades de los aceites esenciales son extraídas de estas plantas balsámicas, y de esta forma, al ser inhaladas, el cerebro las percibe por medio del olfato o el tacto y así busca devolver el equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Qué misión más bonita. De ahí que se considere a la Aromaterapia el legítimo idioma del alma, y sea una tradición antiquísima.

A la inversa de los productos sintéticos que generalmente usamos en lo cotidiano, los naturales únicos según sus propiedades particulares, no nos dañan ni influyen negativamente en nuestro sentir y vivir. Un aliado que solo sabe sumarnos.

Cientos de estudios años posteriores vienen evidenciando que las personas responden a las fragancias desde lo emocional, mucho más que cualquier otro sentido. De ahí su fuerza. Un aroma es capaz de estimular y atraer una catarata de recuerdos lejanos, porque conviven en el mismo área olores y memoria.

Es esta unión poderosa la que mejor se sirve de los aceites esenciales para utilizarlos a favor desde lo medicinal. Estos son capaces de modificar y armonizar nuestros estados más profundos, disminuyendo episodios típicos de depresión, ansiedad, soledad, nervios, falta de concentración o cansancio mental, entre más.

Lo que más hace un aceite esencial es fomentar la liberación de estas reacciones exageradas que impiden la calma en aquellos que la padecen o buscan mejorar sus energías ante situaciones externas que no dominan bien, sin recurrir a fármacos o complementándolos.

Beneficios de los aceites esenciales

Ya pasados algo más de ochenta años de aquellas primeras revelaciones, las esencias, perfumes, cremas y aceites elaborados a partir de las plantas, hoy significan una de las terapias no tradicionales más abrazadoras, y uno de los tratamientos más deseados y consolidados en nuestro país.

Es el vigor de sus flores y de sus aceites actuando en planos muy sutiles a través del olor y las partículas liberadas en inhalación o masajes, el que viene a arrojar luz donde casi todo permanece en tinieblas, beneficiando el equilibrio funcional y aplacando el dolor físico y emocional, sin dejarnos efectos secundarios.

Unos son calmantes, fortalecedores y traen alivio, mientras otros suben las energías, huelen a calidez y cambian estados negativos.

- Alivian los signos de ansiedad persistente, la falta de sueño, la depresión y la ira, más todavía si son usados en conjunto, algo que los naturistas aconsejan

- Fomentan la mejor calidad de vida y renueva la energía vital

- Elevan las defensas naturales del organismo y promueven la armonía gástrica, también desinflaman

- Limpian los espacios de bacterias, son antisépticos y purificantes, y eso mejora también estados de resfríos y asma recurrente

El fin más preciado de esta terapia de la emoción es hacernos volver a la escucha interna. Ayudarnos a oponer las vibraciones negativas y de miedo, haciendo que las miremos, sintamos, y a partir de esa experiencia de reconocernos en ellas, empezar a encontrar paz, aceptándolas de manera constructiva.

Su meta más cálida es situarse sobre las energías aliadas del sufrimiento crónico, no encima de la enfermedad en sí. Así, los aceites esenciales actúan como aliados emocionales, dando la mano en el modo en que este incide sobre los altibajos periódicos de tipo mental o psicosomático, haciendo que los arropemos y transformemos. Solo así es como dimiten los dolores del cuerpo y del alma y empezamos a sentirnos liberadas y agradecidas con el todo.

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