Beneficios de la meditación y como influencian los aromas
A cada momento podemos elegir cómo sentirnos y así influenciar nuestro bienestar físico y emocional. Una de las maneras más provechosas de alcanzarlo es por medio de la meditación diaria. Un hábito maravilloso y probado, al alcance de todos, que nos acerca a la conexión y el conocimiento propio, para elevar la vibración, bajar las preocupaciones y transmutarnos. Cómo empezar a sumarlo, qué tan difícil es y datos que prueban su utilidad.
¿Qué es la meditación?
Meditar es ni más ni menos que alcanzar relajación haciéndonos conscientes de que solo nosotros mismos podemos decretar nuestra felicidad. Contrario a lo que podría parecer, más que dar con una concentración profunda, se busca liberar y fluir, devolviendo calma a la mente y al cuerpo y prana (energía). Es esta sensación estupenda la que consigue incrementar la alegría y el enfoque que muchas veces perdemos.
En una instancia ideal y con la práctica continua, la meditación mueve el modelo de ondas cerebrales a un estado alfa, que suscita la mejora de la salud toda. La mente se percibe aliviada, etérea y atractiva.
Frenar, hacer una pausa y ganar control sobre la angustia y el entorno. Volver a uno mismo dándose un espacio para descubrir y sanar desde adentro. Meditar como rutina, una acción chiquita que puede traer enorme crecimiento personal para favorecernos en cuerpo, mente y espíritu.
Un fascinante estudio divulgado por la revista Scientific American realizado por budistas e instructores de diferentes ramas concluye que esta práctica tiene el poder de alterar para bien nuestra mente y así el modo en el que percibimos nuestras vivencias y sentimos dolencias de todo tipo, de estrés a musculares o cardíacas. Ciencia y espiritualidad unidas para demostrar que puede generar modificaciones cerebrales y reducir procesos inflamatorios, entre otros grandes beneficios de la meditación, que a continuación vemos.
15 favores integrales de meditar(nos) activamente:
- La meditación contribuye a reducir los niveles de presión en la sangre.
- Se reducen los niveles de ansiedad y depresión
- Se estabilizan las emociones alteradas y se genera una sensación de paz que perdura
- Contrarresta la tensión del cuerpo. Entre ellos las cefaleas, gastritis, falta de sueño y dolores de huesos.
- Sube los niveles de energía internos
- Promueve la autoestima personal y la confianza a partir del entendimiento de la grandeza
- La mente se vuelve más clara y fresca. Incluso, se gana más enfoque.
- Tonifica la inteligencia emocional
- Se promueve la creatividad natural
- Eleva la producción de serotonina, lo que beneficia el positivismo y alivia la calidad de vida.
- Pierde volumen la amígdala, la parte cerebral implicada con los temores.
- Optimiza el sistema inmune del organismo
- Se impulsan ciertas áreas del cerebro ligadas a los sentimientos de fraternidad, compasión y amor.
- Influencia para bien en la molécula que desarrolla trozos de ADN en los cromosomas, alargando la vida de las células en las tumoraciones.
- Nos hace entrar en conciencia de lo que somos como humanos más allá del cuerpo, transformándonos desde el interior
La forma de conseguir las virtudes de la meditación
Para llegar a vivir en primera persona las ventajas de esta práctica modificadora, es preciso realizarla en lo cotidiano. Tan solo 10 a 20 minutos si recién se comienza, alcanzan para algo fundamental: crear la costumbre y empezar a ver los primeros resultados.
Como afirman los profesores y habitués de la meditación, su aprendizaje se debe cultivar con mucho amor para ver florecer su brío. Es en esa constancia en la que nos empapamos de su fuerza.
Cómo iniciarse si nunca la practicaste
Crear un espacio mínimo para serenarnos es esencial. En un tiempo donde casi todas las personas vivimos a mil por hora con las actividades diarias, pensar en poner un pequeño freno consciente en lo emocional y mental unos minutos al día, nos predispone a evolucionar y engrandecernos.
Y una buena manera de comenzar desde cero o retomarlo es ocupándonos. Ayúdate con estas pautas:
Leé y mirá sobre meditación. Hay muchos libros y tutoriales realizados por pioneros y entendidos en esta filosofía de vida que establecen el paso a paso para sacarle provecho.
Hacé un curso presencial o en línea. Son cada vez más las clases dadas en internet o en locales de yoga y meditación, por parte de instructores calificados que, según tu nivel, pueden enseñarte y potenciarte. Una o dos veces por semana benefician.
Instruite a vos misma/o: una buena manera de dar inicio en el universo majestuoso de la meditación es por interés y cuenta propia y siguiendo pasos cortos pero constantes a diario. ¿Cómo hacerlo? Acordá un sitio de casa donde no haya interrupciones de ningún tipo por el tiempo que necesites, sentate de forma cómoda siempre con la espalda derecha y empezá a inhalar y exhalar de forma suave y honda. Podés ayudarte con el sutil olor de nuestros aromatizadores ambientales de la línea Mantra, Aroma Chackra, Palo Santo o Rue & Cinnamon, entre otros, para complementar el momento; creados especialmente para influir en este tipo de prácticas.
Meditá con alguien más. Hacerlo en compañía de alguien cercano o con más conocimiento es una gran alternativa para iniciarnos en la reflexión interior.
No te guíes por tu ánimo. Es decir, no te bases en cómo te sentís tal día para meditar. Aun cuando te cueste, impulsate a tomar el hábito, ese pequeño esfuerzo es el que hará la diferencia.
Meditar ayuda y mucho a crecer desde adentro. Tomá firmeza y cada día considerá practicar al menos un rato breve. Verás como de a poco lo vas sumando casi sin darte cuenta y ves cómo cambia tu sensación con vos misma/o y el alrededor y ganás calma infinita, dejando atrás pensamientos poco provechosos.
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