Flores de Bach: ¿Qué es?
Una poderosa terapia natural de 38 esencias presente en muchos de nuestros productos sensoriales, cada una con un uso único o combinado con otras para mejores resultados. Fundada en las propiedades medicinales que surgen de ciertas plantas, raíces, flores u hojas. Usados en la medicina alternativa para tratar padecimientos de tipo emocional y psicológico, el caso de la ansiedad, los miedos, la angustia y el agotamiento.
Edward Bach, médico y homéopata del siglo XX fue el gran desarrollista de la teoría que mostraba que toda enfermedad del cuerpo tenía su causa base en los trastornos anímicos, y al arraigarse a través de los años, se acentuaban en lo físico.
Así, planteó que para revertir una enfermedad era prioritario corregir el problema inicial mental y emocional de la persona. Y para eso, investigó, utilizó él mismo y estableció que ciertas flores extraídas de la campiña inglesa contaban con propiedades benéficas que servían para usar a diversos trastornos emocionales a partir de su ebullición vegetal o exposición al sol, ingeridas o aplicadas. A estos elíxires en frascos pequeños los llamó Flores de Bach.
Al día de hoy, psicólogos, psiquiatras y numerosos estudios científicos comparten este pensamiento inicial.
Flores de Bach, ¿qué es? Podemos decir que se trata de remedios de la tierra, en ningún caso de medicamentos ni sustituyentes, que cumplen la poderosa función de aliviar emociones negativas e intensas, idealmente aconsejados en aquellas personas que padecen impedimento de desarrollar normalmente su rutina, impidiendo su bienestar, sin que tengan contraindicaciones ni provoquen adicción.
En el presente, y ya pasados unos 80 años desde que se originó representa hoy una terapia no tradicional de las más usadas en los países y dentro del grupo de los diez tratamientos más solicitados, según datos de un ranking internacional de medicina holística.
Terapia de Flores de Bach
Un tratamiento homeopático posible en mujeres, hombres, niños, animales y hasta plantas, que inicia con la idea de que la desestabilización emocional es la raíz de las enfermedades físicas y desórdenes mentales que luego se dan. Así, se utiliza para aminorar estos síntomas en línea con el malestar emocional, siempre que están indicados por un especialista.
Entonces, cada vez quedan menos dudas, lo que sentimos influye en todos y cada uno de los estados que transitamos durante el día. Y así, impactan en forma recta en las iniciativas que tomamos.
Es, a partir de esta terapéutica con atributos curativos, aun cuando precisa algún consenso más a nivel de conclusión, que, en la actualidad, y en base a la recomendación de un terapeuta, se suministra cada vez más como un preparado aliado en el control y reversión de síntomas establecidos y continuos de tipo emocional.
Una administración que se da en pocas gotas debajo de la lengua hasta tomarlo o diluido en agua, casi siempre en dosis de hasta 4 o 5 veces diarias. También, se puede complementar a la oral con aplicaciones en el baño de rutina, colocando una cantidad determinada del óleo en el agua tibia. O bien de forma tópica, aplicando unas gotas a cremas o rociadores.
Tipos de Flores de Bach
Para cada tipo de emoción que podamos sentir, hay una esencia que alivia.
Partiendo de este punto, cada flor del sistema Bach proporciona armonía a un dolor. Se subdividen en 7 clases, los siguientes:
Flores de Bach para los miedos
Aspen para temores amenazantes, Cherry Plum para el miedo a salirse de control, Mimulus para el temor a lo cotidiano y la vergüenza, Red Chestnut para la preocupación agobiante por el entorno y Rock Rose para el terror dominante y el pánico.
Flores de Bach para la sensación de incertidumbre
Cerato para quienes precisan ser reafirmados por falta de valor, Gentian para el desbalance anímico y el fatalismo, Gorse para la desesperanza, Hornbeam para el agobio y la fatiga constante, Scleranthus para los que no tienen certezas y Wild Oat para los que no pueden concretar más allá del anhelo.
Flores de Bach para el desinterés
Clematis, para esos que oyen, pero la ansiedad los aleja del aquí y ahora, Chestnut Bud para los imprudentes, Honeysuckle para el desconsuelo y la añoranza por lo que fue, Mustard para el dolor arraigado de origen, Olive para la fatiga y el hastío mental, White Chestnut para los pensamientos que nunca frenan y Wild Rose para la apatía y la desmotivación.
Flores de Bach para la soledad
Healther para el egoísmo que esconde sencación de vacío, Impatiens para la irritabilidad y frustración y Water Violet para el sentimiento de inferioridad.
Flores de Bach para los influenciados por otros
Agrimony para los que persiguen aprobación, Centaury para la autoestima debilitada, Holly para la envidia y emociones bajas y Walnut para el miedo al cambio.
Flores de Bach para el desánimo
Crab Apple para los abatidos e imperfeccionistas, Elm para la escasa tolerancia propia, Larch para quienes se sienten inferiores, Oak para los que nunca descansan, Pine para los que se recriminan todo, Star of Bethlehem para el estrés post traumático, Sweet Chestnut para la oscuridad y el tormento y Willow para los que se sienten víctimas eternas.
Flores de Bach para los pendientes de los demás
Beech para impulsos agresivos y arrogancia, Chicory para sobreprotegen y someten aun sin quererlo, Rock Water para los estrictos y duros de sí mismo, Vervain para los que exageran y no se calman y Vine para los dominantes y caprichosos.
Flores de Bach: propiedades
Su efecto curativo y medicinal para tratar y paliar diversos problemas emocionales dan cuenta de su poder vibracional elevado que pone al ser en el centro y lo muestra integral al todo.
Es a través de la energía de sus flores y de sus aceites que alcanza a devolver esa calma y vitalidad perdida, promoviendo equilibrio interior al paciente que lo utiliza y minimizando su angustia.
La respuesta a esta terapia de la emoción no es otra que la neutralización de las emociones negativas, desesperantes y de temor en el sistema nervioso, haciendo que las aceptemos, transformemos y así los dolores crónicos del cuerpo cesen.
