Encendiendo el Fuego. Reaviva tu hogar y tu altar de poder con la fuerza del fuego

La presencia del fuego, es la presencia espiritual.

Los ángeles, son atraídos a ese calor natural. En un templo, hogar, o espacio dónde hay calidez, se fundan las bases del amor. Si queres atraer a los ángeles, el fuego funciona como un portal para estar cercanos a ellos. Muchas veces hacemos fuego sin conectarnos con su propia esencia. Encender un fuego, encender una vela, es llamar a las elevadas jerarquías espirituales.
En las casas de la antigua Irlanda había un “Lar” en sus centros.

Mientras que el ambiente en el paisaje exterior puede ser desolado y frío, llegamos al fuego, donde nos aguarda la magia y el calor. En la vieja Irlanda, tenían la costumbre de hacer “fuego de turba”. La turba viene de la madre tierra, por eso trae recuerdos de los espíritus de los árboles, campos, y tiempos remotos.

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“En la soledad interior de todos hay un lar cálido y brillante” Anam Cara, el libro de la sabiduria CELTA, de John O’Donohue.

Estamos en otoño, y en un momento muy especial en el planeta tierra, como también es un momento especial evolutivo en el ser humano. En muchos espacios donde el miedo se contagia, no es de menor encender una vela o un fuego.

Detrás del fuego, se encuentran los seres elementales correspondientes a este elemento.  Si nos comunicamos con ellos psíquicamente, o imaginativamente, comenzamos a generar una relación con los seres que se esconden detrás del velo perceptivo y físico. Esto no solo expande nuestra consciencia espiritual, ya que reconocemos las fuerzas que habitan en cada elemento, si no, que expande nuestros órganos suprasensibles. Si nuestros sentidos superiores comienzan a ser estimulados, entonces tendremos un órgano suprasensible más evolucionado. Y así, Podríamos hacer un fuego más hermoso aún, en dónde las fuerzas de la naturaleza son reconocidas, y honoradas.

Te recomendamos embellecer los espacios con la calidez de una vela. En Universo Garden Angels tienen velas. Cada una tiene un color, y un aroma correspondido a la cualidad específica. Podemos utilizar una vela especial para cada eventualidad.

Tal vez, podemos encender una vela al levantarnos, y tener una mañana intencionada en el calor, o en la firmeza que sostiene el fuego.
También podemos encender una vela en nuestro altar, potencializando todas nuestras intenciones; podemos encender una vela a la hora de contarles un cuento a nuestros hijos, sobrinos o nietos.


 

Nota escrita por Maureen Tursi

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